Comprar harina de gran fuerza para el croissant perfecto

Si estabas pensando en comprar harina de gran fuerza para hornear tus propios croissants en casa, estás en el lugar indicado. Seguro que has probado muchas recetas con diferentes técnicas, ingredientes, sabores… Y puede que a veces no hayas conseguido el acabado de buscabas. O puede que sea la primera vez que quieras aventurarte con esta elaboración. Pero sea cual sea tu caso tienes que saber que la clave para conseguir los mejores resultados está en la harina. Aunque también en tu paciencia y tu dedicación, ya que te adelantamos que esta receta requiere de tiempo y precisión.

Si te decantas por nuestra Harina Selecta de Gran Fuerza 00 —te aseguramos que si la pruebas, seguramente ya no querrás otra— conseguirás una masa increíble y como consecuencia un croissant tierno, con un laminado estupendo y un aroma especial. Y te preguntarás, ¿por qué esta harina y no otra? Muy sencillo, porque esta harina se caracteriza por su excelente extensibilidad, por lo que las masas que prepares con ella serán muy fáciles de manipular y resistirán sin problema a cualquier proceso de congelación o fermentación. Es la elección más acertada para elaborar este tipo de receta y otras como brioches, panes de Viena o monas de Pascua.

Para hornear tus croissants, te proponemos esta receta tradicional que se prepara con mantequilla. Con los ingredientes que te indicamos obtendrás entre 6 y 12 piezas, según el tamaño que desees. Y por supuesto, un sabor y una textura espectaculares. Además, estos típicos croissants son ideales tanto si prefieres saborearlos tal cual salen del horno como si sueles acompañarlos con una dulce mermelada o con un buen queso si los haces a la plancha.

Si ya estás listo/a para llenarte las manos de masa, empezamos. Toma nota de las cantidades de los ingredientes y presta atención a los pasos a seguir que te indicamos a continuación. Pero si prefieres guardar la receta para más adelante, te recordamos que puedes comprar harina de gran fuerza aquí y hacerla cuando ya tengas el ingrediente estrella en casa.

El primer paso para empezar a amasar los futuros croissants es mezclar en un bol la levadura con el agua a temperatura ambiente y un poco de harina hasta conseguir una masa consistente. Tendrás que dejar la masa fermentar durante 30 o 45m (esto será el pie de la masa final).
En otro bol, incorpora la mantequilla con la sal, el azúcar, el resto de harina y los huevos que vayas a utilizar. Cuando la mezcla quede homogénea, añade la masa elaborada previamente y amasa hasta que se despegue del recipiente. Deja reposar 30m en el frigorífico.
Lo siguiente sería extender la masa sobre una superficie enharinada con la ayuda de un rodillo. Después, tendrás que colocar la mantequilla de forma que quede en el centro para envolverla con la masa y volver a repetir el paso de extender con el rodillo.
Cuando hayas formado un rectángulo, tendrás que hacer cuatro pliegues simples con intervalos de 10m entre vuelta y vuelta.
Deja reposar durante un tiempo mínimo de 1h antes de volver a estirar, dividir y empezar a formar las piezas.
Cortar la masa en forma de triángulos y enroscarlos delicadamente desde la base. Dejarlos fermentar a temperatura ambiente hasta que doblen su volumen.
Ha llegado el momento de hornear: hazlo durante 25m a una temperatura de 160ºC. Una vez transcurrido ese tiempo, déjalos enfriar y tus croissants estarán listos para disfrutar.