Cómo hacer pan de Viena en casa

¿Alguna vez has pensado en hacer un pan de Viena casero? El proceso de elaboración puede resultarte un poco largo, pero te aseguramos que no es nada complicado.

Además, si utilizas los ingredientes adecuados, te resultará muy sencillo realizar la masa de panecillos Viena y el resultado te sorprenderá positivamente.

Nosotros te lo ponemos súper fácil con nuestra Harina Selecta de Gran Fuerza 00, que es perfecta para elaborar masas con un alto contenido en mantequilla, huevo y azúcar que necesitan un gluten muy fuerte para conseguir el volumen adecuado. Como es el caso de estos panecillos de Viena.

Como vas a comprobar más adelante en la receta, verás que estos tres ingredientes, junto con la leche, son imprescindibles para elaborar la masa perfecta.

Receta panecillos de Viena, paso a paso

Actualmente el pan de Viena es muy popular en España, pero los orígenes de esta delicia austríaca se remontan al siglo XIX. Su miga tierna, suave y esponjosa es sin duda el sello de identidad por el que reconocemos estos panecillos de estilo brioche.

Y son súper versátiles, ya que también puedes disfrutarlos en cualquier momento del día, tanto solos como acompañados de tus ingredientes dulces o salados preferidos.

Por ejemplo, imagina servirlos con una crema de cacao casera o rellenos de un exquisito jamón… La verdad es que se nos hace la boca agua pensando en todas las combinaciones posibles.

Y tú, ¿con qué disfrutarías de los 16 panecillos que obtendrás con la siguiente receta? Puedes pensarlo mientras sacas de la despensa la harina de fuerza y preparas la masa. ¡Vamos a hacer el pan de Viena casero más exquisito!

Recetas pan de Viena >>

Para obtener la masa perfecta, deberás elaborar un prefermento.
Tendrás que empezar disolviendo la levadura en 100ml de leche tibia para después añadir esa mezcla a un bol con 100g de harina.
Mézclalo todo y después tápalo con un paño de algodón y déjalo fermentar hasta que la textura sea burbujeante,
A continuación, añade el resto de ingredientes y mezcla hasta que todo quede bien integrado en una masa homogénea.
Puedes realizar el amasado a mano o con amasadora, pero en cualquier caso debes tener paciencia porque el objetivo es conseguir una masa fina y elástica.
Cuando lo hayas conseguido, ya podrás bolear la masa para colocarla en un recipiente previamente aceitado. Vuelve a tapar con un paño de algodón hasta que doble su tamaño.
Ahora, vuelca la masa sobre la superficie en la que vayas a trabajar, previamente enharinada, y divide en 16 piezas.

Aplasta cada porción para desgasificarla, de modo que quede como un rectángulo más alto que ancho. Durante este paso, cubre las porciones con un paño para que no se sequen.
Dobla uno de los extremos del rectángulo hacia el centro y presiona con los dedos para que se pegue la masa. Después, gira la masa y repite el proceso por el otro lado.
Para obtener la forma alargada que ves en la foto, dobla por el centro un lado sobre el otro y aplasta el borde de toda la pieza hasta que quede bien sellado.
Antes de meter los panecillos en el horno, colócalos sobre una bandeja con papel de horno antiadherente y pincélalos con huevo. Después haz los cortes transversales.
Deja que reposen un poco, pero sin doblar su volumen. Además, en este paso es importante cubrir las bandejas con film de plástico para que no se sequen pero con cuidado de que no entre en contacto con la masa para no estropearla cuando lo despegues.
¡Ha llegado el momento esperado! Hornea a 220ºC durante 10-15min colocando un recipiente con agua en el horno para generar vapor. Es un truco para conseguir la corteza perfecta.
Una vez haya transcurrido ese tiempo, saca tus panes de Viena del horno y déjalos enfriar antes de disfrutarlos.