Diferentes tipos de levadura
En este post queremos poner el foco en cuatro tipos de levadura: fresca, seca, química y… ¡Masa madre! Son las levaduras más utilizadas de forma común en la cocina, así que estamos seguros que esta información te va a resultar muy útil.
Nuestro objetivo es que conozcas las características y particularidades de cada una de ellas, para que sepas escoger la adecuada a la hora de elaborar tus recetas caseras de panadería o repostería.
Pero antes de entrar en detalle, creemos que es muy importante que tengas claro qué es la levadura y que sepas cuál utilizar en cada caso para conseguir el éxito con todas tus recetas. ¡Empezamos!
¿Qué es la levadura?
La levadura, también llamada fermento, está compuesta por hongos unicelulares encargados de descomponer distintos alimentos como azúcares o carbohidratos. Estos microorganismos cumplen una función muy importante, ya que son los encargados de obtener las sustancias y nutrientes más importantes para nuestro cuerpo.
La levadura es ampliamente utilizada en diversos procesos industriales, no solo en la elaboración de pan y repostería. Sino que también es uno de los ingredientes fundamentales para la producción de cerveza y antibióticos, entre otros.
Fermentación y gasificación, conoce la diferencia
Antes de conocer los distintos tipos de levadura debes saber que, según el tipo de levadura que utilices, cambiará también el proceso de descomposición de los alimentos. De hecho, existen dos procesos distintos: la fermentación y la gasificación.
La primera se lleva a cabo cuando la masa reposa durante unos minutos para aumentar su volumen y suele realizarse en masas de pan, pizza, focaccias, etc. Por lo que los tipos de levadura que se utilizan en este caso son la fresca, la seca y la natural, es decir, la masa madre.
Mientras que la gasificación no necesita de los reposos para crecer, sino que directamente lo que hace es introducir aire a la masa para que cumpla esta función. En este caso, la levadura que se utilizaría para dar lugar a la gasificación sería la química.
Dicho esto, te invitamos a que sigas leyendo este post y conozcas los diferentes tipos de levadura que puedes utilizar para obtener las mejores recetas.
Y hablando de recetas… ¿has probado alguna de las nuestras? Tanto si eres de masas dulces como de saladas, en esta sección de nuestra web encontrarás infinidad de opciones con las que poder inspirarte.
Tipos de levadura
Levadura fresca o levadura de panadería
La levadura fresca se caracteriza por tener una textura ligeramente húmeda, por lo que en este caso es recomendable conservarla en la nevera. Respecto a su uso, debe diluirse previamente en agua tibia antes de incorporarla en la masa para conseguir que el resultado final sea más esponjoso. Y cuando ya hayas conseguido una mezcla homogénea junto al resto de ingredientes, lo ideal es que la masa repose unos minutos antes de entrar en el horno.
Otra característica de este tipo de levadura es que potencia al sabor de las recetas, así que si la utilizas para preparar panes caseros o masas de pizza, el resultado será de lo más positivo. Un último consejo: antes de usarla te recomendamos que la saques del frigorífico con 15-20min de antelación.
Levadura en polvo o seca
También conocida como «deshidratada», la levadura seca es la que más se utiliza para hacer pan. La principal diferencia respecto a la anterior es que no necesita hidratarse antes de usarse y es más productiva: 1g de levadura seca equivale a 3g de levadura fresca. A su vez, para utilizarse puedes o bien incorporarla directamente a la harina, o bien agregarla a la masa un minuto después de empezar a trabajarla.
Debes tener en cuenta que es más duradera y fácil de conservar, pues basta que la guardes en un lugar fresco, seco y que su envase esté bien cerrado. Si te animas a probar con alguna, nosotros te recomendamos la levadura seca instantánea Pakmaya, que es perfecta para todo tipo de panes, bollería o cualquier receta de pastelería que te propongas.
Levadura química
La levadura química es la que suele utilizarse por costumbre para elaborar postres caseros o recetas de repostería. Aunque no es recomendable para hacer pan. A diferencia de las anteriores, esta levadura no requiere una preparación previa antes de añadirla en la receta, ni reposo una vez esté integrada en la masa.
En este caso, su función se cumple a través del proceso de gasificación, que permite que los alimentos preparados aumenten su volumen con el aire mientras se cocinan. Además, la levadura química no solo se usa en recetas que requieran horno, sino que también podría utilizarse, por ejemplo, en unas tortitas hechas en la sartén.
Masa madre
Aunque no se trata de un tipo de levadura que podamos comprar como producto, la masa madre es un fermento natural que se obtiene a partir de la mezcla de harina y agua. No contiene levadura como tal, ya que esta se genera de forma orgánica a partir de las propias bacterias y microorganismos que están presentes en la harina.
Entre sus múltiples beneficios destacamos las notables características organolépticas de las que podrás disfrutar en sus panes. Y, por supuesto, los efectos positivos que tiene en el organismo: los panes de masa madre son mucho más digestivos.
¿A qué esperas para elaborar en casa este fermento natural? Para obtenerla, es necesario seguir un proceso específico que puedes leer en este post sobre cómo hacer masa madre paso a paso.
Anímate a usar distintos tipos de levadura
Salvo para los alérgicos a la levadura, este alimento natural puede formar parte de una dieta sana y saludable. El aporte de vitaminas que ofrece a nuestro cuerpo, su impagable labor a la hora de ayudar a crear preparaciones más esponjosas y la fermentación que produce en los ingredientes, son solo algunas de sus virtudes.
De entre todas las levaduras que hemos listado deberías escoger aquella que mejor se amolde a tus necesidades y, por supuesto, a tu receta. ¡Anímate a crear una fábrica de delicias imprescindibles para toda tu familia!